Si los lunes de por si son tediosos, creo que no hay nada peor que una noche de él, tormentosa y en soledad.
En realidad tu fantasma me acompaña bastante bien. De vez en cuando me da calor en la espalda para hacerme notar que ya llegó. Se sienta a mi lado a la hora de comer, me abraza mientras duermo y me da besitos de buenos días con su carita de nene tierno, los ojitos hinchados y chiquitos. Cuando tengo ganas de hablar se hace el que me escucha… en realidad no me da ni pelota. La verdad que ya poco me importa, me alcanza con saber que está.
